Las enfermedades crónicas que implican tratamientos continuos y malestares frecuentes pueden influir en la motivación para interactuar socialmente. Condiciones como la artritis, el cáncer u otras enfermedades de larga duración pueden fomentar un estado de reclusión y soledad. Por otra parte, los trastornos mentales asimismo pueden estar relacionados con https://remingtonmknvb.articlesblogger.com/55014287/la-guía-más-grande-para-construir-relaciones-fuertes